Se me va...

10 de Noviembre:

Aquella mañana, luego del viernes tan agitado que pasó con todo esto de los dolores al pecho, silla de ruedas, clínica y un joven de lentes muy preocupado, me di cuenta que cada vez faltaba menos para dejar de ser la joven pequeña y despreocupada que siempre había sido y comenzar a pensar en el futuro y en mis deberes cuando cumpla 18.

Como nunca me han gustado los cumpleaños, le insistí a mi mamá que no lo celebrase pero ella realmente quería así que accedí a regañadientes...

Mi idea de cumpleaños era un tanto más desagradable y estresante que el que viví para mis 17. En una terraza bajo el celestino cielo de la tarde, con mi matemático y disfrutando del silencio, pasé uno de los mejores cumpleaños de mi corta vida.

Se me va un año, pero me vienen muchos más por lo que no debo temer porque no estoy sola.

Gracias a todos los que han estado conmigo desde que nací, cuando entré a primero básico, luego a primero medio y ahora, a punto de salir, siguen ahí dándome ánimos y haciéndome pasar un buen rato.

Los quiero a todos ustedes, en especial a ti, mi pequeño de ojos claros y sonrisa hipnotizante; gracias por esa inolvidable tarde y ese saludo justo a las 12 de la noche.